100m2 de fantástica terraza oculta tras las habitaciones y una zona de día orientada a norte y sin vistas ni salida a dicha terraza. Cuando nuestros clientes nos encargaron el proyecto, lo vimos claro: todo estaba al revés.

Mantuvimos las paredes de carga que delimitaban los tres espacios del programa (zonas de noche, día y cocina-comedor) y derribamos el resto. Lo más difícil ya estaba hecho, ahora sólo había que hacer una distribución lógica. Todo el frontal de la sala se orienta a la terraza y el resto sale solo. Como curiosidad comentar que el antiguo propietario vino a visitar la vivienda una vez terminada y no se lo podía creer.

Cliente: Particular
Superfície: 220 m2
Duración de la obra: 4 meses